Wearables, smartphones y redes sociales cobran peso en las compras online y ello requiere de mayor flexibilidad y seguridad en los pagos.
Vivimos en un mundo hipertecnificado en el que nuestra forma de vivir y de trabajar, así como el modo en el que nos relacionamos con los demás está cambiando a pasos agigantados. El mundo digital, por su propia naturaleza, está generando cambios veloces en el día a día de los usuarios y, especialmente, en sus hábitos de consumo.
En este contexto, se está observando una creciente demanda de pagos más rápidos, seguros y prácticos por parte de los internautas, lo cual hará aumentar significativamente la importancia y la cuota de mercado de las soluciones prepago durante este 2016. Esto se aplica a la mayoría de pagos online, especialmente a la hora comprar productos digitales de bajo importe.
Además, existen numerosos argumentos de peso contrarios a la transmisión de los datos bancarios o de las tarjetas de crédito que, tarde o temprano, están inclinando todavía más a los consumidores hacia la utilización de soluciones prepago. De hecho, los estudios demuestran que estas soluciones adquirirán cada vez más importancia en el contexto de las siguientes tendencias identificadas por Paysafecard:
Los dispositivos wearable crecen en importancia
El uso de internet va a cambiar velozmente en todos los aspectos de la vida cotidiana. Esto conlleva que, no solamente el clásico PC de sobremesa se haya convertido ya en una reliquia, sino que casi todos los dispositivos que utilizamos hoy en día quedarán obsoletos en pocos años. Los nuevos dispositivos wearable se convertirán en nuestro punto de acceso favorito a actividades online, como por ejemplo realizar pagos en Internet. En el futuro, va a ser posible navegar, controlar todos nuestros dispositivos digitales y realizar pagos, por ejemplo, a través de un anillo inteligente o con las llaves de nuestro hogar. Durante este 2016, aunque no a gran escala, ya podremos ver el inicio y auge de esta tendencia.
La biometría como nuevo mecanismo de seguridad
Ya ha comenzado y será una de las novedades más visibles en 2016: los procesos que utilizan elementos como las huellas dactilares, el reconocimiento facial o el escaneo del iris con el fin de autorizar actividades online, como por ejemplo realizar pagos en Internet, serán cada vez más comunes. La autorización a través de fotografías selfie es también ya una realidad y podría vivir su auge durante este año.
Compras más espontáneas
Con una penetración de los Smartphone cercana al 100% en muchos países, por lo menos en un sentido estadístico, las compras a través del móvil irán claramente en aumento en 2016. La comodidad, la rapidez y la flexibilidad son algunos factores clave para este aumento de su uso. En este sentido, la mayor facilidad y comodidad que conllevan las compras con el dispositivo móvil, van a dar lugar a compras más espontáneas, lo cual requerirá de métodos de pago flexibles y veloces.
Compras a través de redes sociales
Las redes sociales se han integrado totalmente en el día a día de los consumidores, formando parte de sus rutinas y hábitos cotidianos. Ya no se usan solamente para conocer opiniones de otros usuarios acerca de un producto o servicio, sino que cada vez son más los consumidores que deciden realizar compras a través de ellas. Se trata de una oferta personalizada, pero no invasiva, que se adapta a los gustos del usuario, ofreciendo productos y/o promociones individualizadas.
Algunas redes sociales como Pinterest ya han incluido un botón para comprar algunos de los productos que aparecen en sus fotos. A través de la misma red social, los usuarios pueden elegir color o talla, así como otras especificaciones, y realizar la compra al mismo precio que en la tienda online. Aunque de momento esta opción sólo se encuentra disponible en Estados Unidos, se espera que muy pronto pueda llegar a otros países como España. Esto exigirá contar con tecnologías ágiles y optimizadas, así como métodos de pago rápidos, cómodos y flexibles, que se ajusten a estas necesidades.
Tendencias digitales futuras en los hábitos de consumo