El presidente de HMV Ingenieros sabe que expandirse a nuevos mercados implica rigor, disciplina y calidad.
La adquisición de la compañía brasileña JPPA por parte de la firma HMV Ingenieros ratifica que los procesos de expansión internacional no se improvisan. Carlos Felipe Ramírez, presidente de esta empresa colombiana explica que luego de tres años de una operación directa en ese país, decidieron adelantar una adquisición que los fortaleciera en el competido mercado de la potencia latinoamericana.
"Nuestra compañía definió hace tiempo un plan de expansión en Latinoamérica y Brasil siembre fue un país objetivo, lo que pasa es que también es bastante cerrado. Allí tuvimos por tres años una empresa propia llamada HMV do Brasil, con sede en Río de Janeiro, y aunque hay profesionales colombianos haciendo negocios, siempre fue muy difícil exportar servicios desde Colombia, básicamente por el tema de los impuestos de remesas", explicó el directivo.
Entonces la compañía decidió partir desde otra perspectiva: "vimos que HMV do Brasil estaba creciendo muy lentamente y por eso tomamos la decisión de adquirir una empresa local que tuviera el sello brasileño. Esto nos llevó a la compra de 75 % de la empresa JPPA, con base en Porto Alegre. La idea fue dejar a los socios actuales con el 25 % restante para que la nueva adquisición conservara ese sabor de negocio local", explicó Ramírez.
La firma JPPA es una de las más reconocidas de Brasil en el sector petroquímico. Su trabajo se centra en el apoyo para la administración y el desarrollo de proyectos de ingeniería para la industria.
Para Carlos Felipe Ramírez esta compra es la oportunidad de hacer sinergias, pues si bien JPPA no tiene el énfasis en generación de energía que caracteriza a HMV, este negocio les da la posibilidad a ambas compañías de recibir beneficios mutuos. "La intención es que nuestra experiencia en obras para la generación y transmisión de energía sirva a la expansión de JPPA y, al tiempo, nos permita traer sus experiencias y credenciales para ser replicadas en Colombia, Perú y los demás países de la región en los que tenemos presencia".
Este directivo sabe que cada nuevo proyecto en la vía de internacionalizar servicios implica desafíos. "Llevamos más de 15 años exportando y en cada país hemos encontrado retos completamente diferentes. Hemos abierto operaciones en países como México, Panamá, República Dominicana o Ecuador y hemos tenido que ponerlas en el congelador o liquidarlas. El gran problema es que detrás de todos estos procesos hay intereses ocultos y esto ha implicado que nos cierren puertas en muchos países, porque somos una empresa con valores muy claros y una actuación transparente".
Y transparencia ha sido la premisa desde que, a finales de los 90 la empresa decidió abrirse caminos en la región. Hoy están en Perú, Chile, Brasil y Trinidad y Tobago, país que ha mostrado un crecimiento económico notable y que en esa medida ha significado importantes negocios para HMV. "En cada país hay retos diferentes. Perú y Chile son naciones abiertas y reciben con agrado inversión extranjera, pero también presentan dificultades y hay que aprender a vivir con ellas. Cuando estamos desarrollando obras en cualquier otro país hay que entender muy bien la idiosincrasia de los trabajadores, la eficiencia de ellos, el tema laboral es complicado, así como el tema social y todo lo que tiene que ver con consecución de licencias".
El presidente de esta firma recuerda que la internacionalización de HMV estuvo ligada a la crisis económica de la época, pero justo en ese momento fue que cobró importancia el prestigio que se habían formado durante décadas de trabajo en el país. "Vimos que teníamos una especialidad reconocida por muchas firmas internacionales con las que habíamos trabajado haciendo una especie de maquila en otros países, pero no habíamos salido nunca de Colombia. Ante el hecho de que se cerraban puertas acá decidimos abrir caminos en el exterior y empezamos a aprender a vender servicios en países, desde Estados Unidos hasta el sur del continente".
Desde su experiencia al frente de esta compañía, Ramírez aconseja a las demás empresas del sector energético que emprendan el desafío de internacionalizarse. "Salir y buscar nuevos mercados es una alternativa válida y mucha gente lo está haciendo, pero hay que tener cuidado. Cada país es diferente, hay que tener una mente globalizada y capacidad de adaptación a cada medio. Hay que demostrar conciencia de ética, responsabilidad social, calidad y servicio al cliente. Las empresas que quieran salir deben actuar como firmas responsables globalmente", concluye.
Internacionalización, un desafío para los persistentes