Acaba de abrir en Noruega y tiene una dependencia mínima del trabajo humano en la recepción. La cadena Nordic Choice Hotel ha sido la primera en implementar un sistema de registro y de salida, de pagos y de gestión de la reserva 100% automatizado en un gran hotel. Planificación previa y menos espera a cambio de decir adiós al contacto humano. Un mecanismo con futuro.
El hotel Comfort Xpress de Oslo ya permite a sus huéspedes hacer una reserva, check-in y check-out sin tener ningún contacto humano. Para ello se sirve de un sistema desarrollado por Ariane Systems, la plataforma Allegro, que permite a los usuarios dejar todo el trámite gestionado antes de llegar al emplazamiento. Lo único que tiene que hacer es seguir un link que reciben vía email o en mensaje de texto, tanto en versión web como en versión móvil, y fijar su hora de llegada, sus preferencias sobre la habitación, gestionar su perfil de usuario y pagar.
El móvil como llave
A su llegada al hotel, los clientes reciben otro mensaje que contiene su número de habitación y las opciones disponibles para acceder. Pueden utilizar su móvil como llave gracias a la tecnología OpenWays Mobile Key, que se sirve del iPhone en domótica, o pueden elegir quedarse con una tarjeta con un código RFID, a recoger en un pequeño mueble automatizado.
Thomas Westergaard, vicepresidente senior de Comfort Hotels en Nordic Choice dijo que, en parte, no se trata de una revolución tecnológica, sino de recuperar el tiempo perdido con respecto a otros sectores. “La industria de la aviación civil automatizó el proceso de check-ins hace 10 años, y creemos que ya es el momento de que la industria hotelera siga ese camino”, afirmó.
Ahorro de tiempo y pérdida de trato
Uno de los puntos clave de este movimiento experimental estará, como siempre, en la fiabilidad. En una medida destinada a ahorrar tiempo es incluso menos conveniente que algo no funcione bien a que no exista. Además, el contacto físico y la capacidad para resolver dudas de una persona sigue siendo preferida por la mayoría de clientes a la atención impersonal de una máquina.
Pero eliminar las filas y las esperas frente a un recepcionista que tiene que explicar mecanismos de funcionamiento y anotar horarios y números de habitación es un avance para todas aquellas personas que no tienen miedo a la tecnología y tienen clara cuál es su situación en el hotel, por ejemplo, en los fríos alojamientos cercanos a los aeropuertos de una sola noche.
Tanto el sistema de registro como el de llaves digitalizadas son dos de los mecanismos que muy presumiblemente comenzarán a extenderse por los hoteles de todo el mundo, estén o no 100% automatizados.
El primer gran hotel automatizado del mundo, en Noruega